viernes, 15 de mayo de 2009

Amar Y Envejever


Me escapé del mundo yéndome al norte,

pero otro mundo esperaba allá.

Yo arrimé, siempre disparo a mansalva,

pero esa piel fue particular.

La hacés bien, y aunque te hierva la sangre

te encadenas para no llamar.

¿Cómo hacés? Conozco todos tus trucos,

pero aún así me das que pensar.

Te guardas el orgullo donde nadie

pueda dudar de que lo tenés.

Y así vas, sin perder el objetivo,

pidiendo dos cuando querés tres.

Ya estoy bien, ya me ordené en mi desorden,

y aquellas voces no me hablan más.

Por favor, mentime y dame la espalda,

otra vez no quiero patinar.

Y me esperás, más de la cuenta

siendo siempre la que yo soñe.

Y firme yo, me encierro en que es peor,

amar y envejecer.

¿Qué esperás? Mostrame todas las cartas,

a cara de perro no sé jugar.

Me endulzás, el ego siendo sincera,

dale un poco y te va a pedir más.

Lo sabés, no hay arma más seductra,

que contestar siempre la verdad.

Siempre estás, del otro lado.

Lo sabés, no hay arma más seductra,

que contestar siempre la verdad.

Siempre estás, del otro lado del muro

de los lamentos que me contás.

No sé hablar, sin decir malas palabras:

amantes, mentira, infidelidad.

Nunca más, te vendo gato por liebre,

por no ser cruel, pierdo honestidad.

No es el fin, el problema son los medios,

no es algo que pueda respetar.

No está mal, que termine en las historias,

mientras haya historias que contar.

Y ya no esperarás, más de la cuenta,

y siempre serás la que yo soñé.

Y yo seguiré pensando que es peor,

amar y envejecer.




Terrible y hermosa letra de Las Pastillas Del Abuelo banda que en mi entender no hay que dar por sentada. Cada día que la escucho me transporta a lugares diferentes, lugares tan distintos y raros que cuesta volver a la realidad tan dura a la que estamos acostumbrados. Que lindo es ya cumplir 4 entradas en este blog, siento que es como un pequeño Frankestein (se escribirá así? a quién le importa, si de todas maneras nadie lee esto) que de a poco va tomando forma, no se de qué tampoco. Siento que cada día estoy un poco menos peor, que cada día que pasa la vida que transcurro pasa con menos sobresaltos y más alegrías. Empecé a disfrutar de las pequeñas cosas que trae la cotidianeidad, el día a día. Disfruto del frío alquimista de la mañana, que te congela el sueño, disfruto de las siestas en los colectivos, de caminar y mirar a la gente que va con cara de circunstancia, de un mate acompañada, de una charla con sentimiento, de una abrazo cálido que demuestre más que mil palabras sin sentido. Cada día menos peor, cada día más mejor, espero que esta vez dure un poco más, por ahora me encierro en que es mejor

Amar Y Envejecer

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