martes, 22 de noviembre de 2016

Bullying

A más de dos años de escribir mi último posteo, vuelvo a las pistas en un afan de no pudrirme por dentro. 

A más de dos años, y por una guerra twitera, para mi, sin sentido, algo se despertó en mi, algo que tenía para contar y conté siempre a medias. 

Yo sufrí Bullying. Sí, está de moda ahora. Estamos en una época de eufemismos, en la cual las palabras se usan con liviandad, y decir, sufrí bullying es casi una boludez. Pero no lo fue. 

Todo empezó hace varios años, 14 para ser exacta. 

En medio de la crisis familiar y económica, mis viejos deciden, por mi bien, enviarme a un colegio privado, caro, elitista. Algo que claramente no iba conmigo, no iba con quién yo era. Si yo no era elitista, si yo no tenía casi valor. 

En fin, empecé en el ILSE, renombre y esas cosas. El ritmo académico era agobiante, pero nada que no pudiera seguir. Siempre me sentí orgullosa de saberme inteligente, así que no iba a ser más que otro desafío que enfrentar. 

La vida hizo que fuera parte del grupo "divinas" de mi curso, sin yo serlo, claro. Trabajos prácticos, piyama partys, partidos del mundial 2002. Éramos seis superamigas. Y en algún momento algo se rompió. Junto con otra de las chicas, nos empezaron a dejar de lado. Y tenía 13 años, y fue una cagada. Por primera vez me sentía parte de algo más grande que yo. Y no. Me convencí a mi misma, me dije "es porque sos gorda, es porque sos pobre, es porque tus chistes son malísimos, es porque te vas de boca". Me convencí de todo eso y seguí mi vida. 

Me hice amigas de fierro, tres amigas que me bancaron, que me hicieron sentir bien, calmada, querida. 

Y fue pasando el tiempo, en el cual solo me sentía separada, puesta aparte. Y un día cometí un error muy grande. Me gustaba un chico del curso, a quién vamos a llamar AG, me encantada. Y antes de las vacaciones de invierno le escribi una carta, diciéndole "hola, gusto de vos". Feo fue el golpe que vino después. 

AG, que era amigo de ese grupito que me había disgregado (al cual llamaremos las M), les mostró mi carta, y lo hizo para reírse de mi, de mis sentimientos, de mis palabras. Total, era la negrita, gorda, que pagaba el colegio con patacones, y a gatas le iba bien en el colegio a fuerza de estudio y frustración. 

Volver de las vacaciones fue un tormento. Yo no quería volver, no quería enfrentarlos. Lloraba con mis viejos todos los días para que no me mandaran más, para ir a cualquier colegio, menos a ese.

Pero la vida te cachetea de maneras que uno no siempre entiende. Pero mis miedos eran reales. Volvi, y todo había cambiado. No les alcanzaba con separarme, no les alcanzaba con "hacerme vacío", necesitaban que yo sintiera la vergüenza, por haberme animado a pensar que "uno de ellos" podría gustar de mi. 

Empezó despacio, lo clásico. Hablar en clase y que de fondo se escucharan risas burlonas. Bolitas de papel y saliva en mi banco. Pérdida de últiles. Llegaba a casa y mi vieja me decía que no podía perder las cosas, que a ellos les costaba mucho comprar las cosas. Pero yo sabía que no los perdía, y les volvía a pedir llorando que me saquen de ahí, que no era mi lugar, que mis compañeros me molestaban. 

Sobreviví a primer año, empecé segundo y todo se intensificó, inversamente proporcional a mi rendimiento académico. Yo, la inteligente, empecé a fallar, a no estudiar, a reprobar, a fallar fallar fallar. Conocí a una profesora que me cambió la vida. Conocí a una mujer que me dijo "no sos mierda, podés ser más que ellos". Pero ella no estaba todos los días conmigo, todo el tiempo. Y en los momentos que no estaba todo era peor. 

Para colmo de males, para esa época, por los nervios y la ansiedad desarrollé una enfermedad llamada Tricotolomania. Básicamente, me comía los pelos. Yo casi que no me daba cuenta, o quizás no lo veían tan evidente. Pero ellos sí. Empezaron a aparecer papeles en mi banco, papeles que decían "gorda dejá de comerte los pelos" y cosas así. 

Encima de todo empezaba la época de fotolog. Y se podían dejar mensajes anónimos. Y ahí empezó todo a desmadrarse. Es curioso el comportamiento humano. Eran todas personas supuestamente educadas, de buena familia, que a la vista eran el/la hijo/a perfecto/a. Y ahi estaban diciéndome que era la hija de un camión lleno de mierda, que era un container de soretes. Se reían de todo. De mis kilos de más, de mi cuerpo, de mi forma de peinarme, de mi enfermedad. Me llegaron a decir "deberían sacrificarte". Entienden lo que puede arruinar eso la cabeza de una nena de 14/15 años?

Y qué hice? En mi casa no me daban bola, mis amigas estaba transitando sus propios infiernos personales. Hice lo único que sabía que podía hacer. Encamarme con desconocidos. Empecé una vorágine de tipos, camas, telos. El peligro que yo pasé en esos años, creo que solo está comparado con meterte en la franja de Gaza con una remera de Israel. No conocía a la gente con la cual intimaba, les daba la dirección de mi casa, les decía que vinieran, que estaba todo bien. Iba a lugares ignotos. Tuve la suerte de que fuera todos, dentro de todo, buenos tipos y jamás me pasó nada. Y en cada uno encontraba lo que no encontraba en otro lado. Encontraba cariño, contención, encontraba gente que se sentía atraída hacia mí, que no me decía que era una pila de deshechos. Y en esos riesgos me encontré a mi también. Me encontré y me hice más fuerte, para lo que venía. 

Porque nunca paró, y es importante para todos los que minimizar el tema, que sepan que nunca para, que uno trata de sentirse menos chiquito, más fuerte, pero nunca para. Hay gente que te dije "no le hubieras dado bola" o "los hubieras cagado a trompadas". Pero quién es el incivilizado? Ellos o yo? Siempre les dejé esa parte a ellos, yo era, soy y seré, antes que nada, una persona. 

Todo fue aumentando en intensidad, en periodicidad, siempre dando palos, siempre con desprecio. Los comentarios en fotolog se volvieron cada vez más violentos, los rayones en las hojas de mi carpeta cada vez más frecuentes. Pero lo que más me molestaba, o me hacía daño, era el cuchicheo y el señalamiento. Por qué te tenés que poner en esa postura de estar por delante? De sentir que tenés un derecho de hacerme mal a mi?

Porque con el tiempo encontrás justificativos y terminás haciéndote responsable de un pato que no te corresponde. Yo pensaba que era mi culpa por ser gorda. Mira hasta dónde llegas, a justificarlos, a justificar que porque sos diferente, tienen la venia de poder hacer y decir lo que quieran sobre vos. Las víctimas del Bullying somos eso también, somos las negadoras de la realidad, las que lloramos en soledad, las que nos duele la panza todas las mañanas antes de ir al colegio, las que pasamos un cuchillo por nuestras venas tantas veces esperando que algo pase. Porque, aclaro, no es joda. No es algo que podés pasar de largo. Si sufrís esto, no podés ignorarlo. Y nadie debería. Los padres deberían actuar, la institución, el resto de tus compañeros. Terminan teniendo un poder sobre vos que no merecen, que no deben. Y vos sos un pajarito, un pajarito enfermo justificando a gente más enferma y retorcida que vos. 

En quinto año decidí ponerle fin. Decidí que no me iban a molestar más. Recuerdo que habían insultado una vez más en fotolog, pero esta vez, se metieron con una de mis amigas. Pusieron lo siguiente:

deci que saliste con la otra chica que aunque es una boliviana de mierda, es muchisimo mas "linda" que vos...sino vomitaria apenas veo la foto, me da asco imaginarte a vos, mastodonte hijo de puta cabezeando con petete, la concha de tu amdre

Ese es el textual, ese el nivel de agresiones que yo recibía. Eso era lo que me hacían sentir a diario.

Ahi mencionan a petete. Ni en el viaje de egresados me dejaron en paz. Inventaron una historia con un pibe de otro colegio, petete. Situaciones que nos ponían en la misma habitación por un período de tiempo. 
Saben como terminó eso? En la última cena, en el comedor del hotel, con mucha gente cenando. Todos empezaron a gritar "come gordas, petete comegordas". Si, era para mi, a los gritos, me señalaba, se reían. Sali corriendo de ahí, me refugié en mis pocos amigos, tratando de encontrar un poco de paz. 

Después de todas esa secuencia, y del posteo de fotolog dije basta. Me cansé, me cansaron. Les escribí, les contesté, dije lo que pensaba. Qué les importaba que fuera gorda, que fuera puta, que fuera pobre? Si yo no les hacía nada, si yo no me metía con nadie?.

Terminé el secundario. Al año siguiente bajé de peso (como si esa fuera la solución a mis problemas), me teñí el pelo, empecé de cero en un lugar dónde no me conocían, y por primera vez en mi vida fui feliz por ser invisible, por pasar totalmente desapercibida. 

Pero el daño estaba hecho. Todas mis parejas padecieron mi inseguridad, mi falta de amor propio, mis celos. Hasta el día de hoy sigo sintiendo que la gente me mira y se ríe. Volví a ser gorda, sigo siendo pobre y sigo hablando de más. Ahora tengo quien me ama, quien me quiere y me desea. Descubrí que yo no tenía la culpa, que ellos tenían la culpa, que ellos eran los únicos responsables de mis tormentos. Que fui una víctima. Me costó muchos años llegar a esa conclusión y dejar de llorar por lo que sufrí. 

Quiero decirle a todos, a todas, los que están en mi situación, o a quienes ven que a su a alrededor pasa esto, NO LO DEJEN PASAR. Griten, puteen, háganse ver, hablen con sus amigos, con sus familias, con sus novios. NO ES UNA BOLUDEZ, NO ES MOTIVO DE BURLA. Si sos una víctima, defendete. Si sos una víctima tenés que tener algo en claro. VOS VALES MÁS. Que quién? No se, pero seguro vales más. No te sientas solo, hay muchos como vos, en la misma que vos. Pedi ayuda, NO TE QUEDES CALLADO. 



Esta de arriba era yo, en ese momento. Era yo tratando de sobrevivir a lo más difícil que me tocó vivir en la vida. Poniéndo una sonrisa para el afuera, muríendome por dentro. 

Ojalá lean, ojalá sirva, ojalá sobrevivan

Dani



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