Creo que me da un poco de vergüenza hablar públicamente en redes de cromañón, asi que vine para aca, a este rinconcito de soledad y catarsis.
No fui a Cromañón, entonces, por qué me afecta tanto? Terminé de ver la serie y no podía dejar de llorar y solo volvía a esa noche. ¿De qué habla señora, si no estuvo? Bueno, no estuve, pero de alguna forma si.
El 30 de diciembre de 2004, yo tenía 15 y estaba en mi plena época rollinga, o stona, o como se diga. Mucha chalina y morral. Mucho domingo de Parque Centenario, Ojos locos y Maldita suerte y después pastelitos caseros que nos hacía la mamá de Lau. Porque era con Lau, esa época está grabada con Lau.
Ella estaba de novia, con un rollinga divino y amoroso. Y como ella era y es una bomba, yo iba atrás comiendo lo que ella no podía. Conocí personajes maravillosos, un controlador general de plagas que vivía en una pensión en Parque Patricios y cogíamos y bailábamos la mocosa, birra tras birra. 15 años tenía en ese momento, ya lo dije? me la pasaba chupando y cogiendo. Y tengo a ver banditas a lugares "del under", que en castellano quería decir sucuchos. Cátulo Castillo, La colorada, sociedades de fomento en el conurba, mitos argentinos, conocía bien ese yeite. Seguía varias banditas y mi sueño era ser grupie, chupar birra en un camarín y después coger. De eso se trataron mis 15. De sexo, birra y rockanroll. De creernos inmortales y eternos.
Me causa gracia la gente que dice que la serie exagera el reviente, cuando era todo exactamente asi. Si no la vivista, con qué vara venis a contarnos como era?
Unos días antes, no se si fue para Navidad o antes, hablando con Lau, me dice que había conseguido entradas para las dos primeras fechas cromañón. Había ido a excursio, pero no le había alcanzado. Yo quería ir con ella y con su novio, pero no me dejaban ni en pedo, aun no era una adolescente recitalera, faltaba para eso. (rara la vara de mis viejos, que me dejaban meterme en sótanos a ver bandas, pero no me dejaban ir a obras, pero era parte de todo, no?). me acuerdo de preguntarle por qué no iba el 30 y me acuerdo que me dijo que se habían quedado sin plata pero que si conseguían iban a ir. $10 salía la entrada, me acuerdo porque me lo contó y tampoco tenía un peso para aportarle.
La noche del 30/12 yo estaba sentada en la compu, chateando con un amigo. Y me comenta, al pasar, que se estaba prendiendo fuego una bailanta y sic "se estaban prendiendo fuego todos los negros". No quiero pecar de insensible, y no es que no me importó, solo que no tenía amigos en ese entorno, entonces no le di mayor importancia. Apagué la compu y me fui a dormir. Al día siguiente me levanto para ir al gimnasio temprano (porque descontrol pero gym a las 8am). Estaba con los auriculares escuchando música, caminando en la cinta y levanto la vista y veo que en la tele hablaban de una "tragedia". Yo miope, no veía bien, me acerco y veo Cromañón. Y el alma se me fue a los pies. Lo primero que pensé fue Lau. Le pedi prestado el teléfono a la recepcionista del gimnasio y llamé a la casa de Lau: nada. Vuelvo a mirar la tele, había dos cuerpos nn, una pibe y una piba, repetían la descripción física de los dos, ambos muertos. Y la descripción coincidía a la perfección con Lau (también en esa época éramos todos un poco iguales los rollingas, pero el miedo te pone pelotudo). Vuelvo a llamar, nada. Me vuelvo a casa. Temblando, llorando, del miedo. Llamo de nuevo a la casa, nada. A la cuarta vez que llamo, me atiende la madre. Me acuerdo de escuchar la voz diciendo hola y solo pregunte, dónde está Laura? lejos de ofenderse ni preguntar nada, me dijo, en el locutorio (tenían un locutorio fliar). Agarré las chirolas que tenía tiradas y me tome un taxi al locutorio. Me encontré a un fantasma. Lau era un fantasma. Tenía la derrota y la tristeza grabadas en cada línea de su cara. La abracé como nunca abracé a nadie creo y lloramos juntas. Lloramos porque una parte de nuestra vida se murió ahi. Lloramos por sus amigos muertos y por el alivio de que no pudieron juntar esos $10 para ir.
Después llegué a casa, y no paraba de leer la lista de fallecidos, era algo enfermizo. Hasta que vi un nombre que me heló la sangre. Un apellido que tenía grabado en el corazón. Y es que en esa época yo estaba enamorada de un pibe que me había roto el corazón. Y apareció su apellido. Me acuerdo que lo llamé, hacía meses que no hablábamos. Lo escuché y me quedé tranquila. Cuando le conté por qué lo llamé, me preguntó cual era el nombre. Se lo dije. Era el primo. Sin saberlo, me tocó darle esa noticia. Nunca me tocó comunicar una muerte asi. Fue horrible. Se que una parte de él también se murió ahi.
Creo que todos los invisibles nos fuimos un poco ese día. Porque se murió nuestro mundo como lo conocíamos.
Recuerdo que ese verano estaba todo muy revolucionado. El único lugar dónde nos vendían alcohol a los menores era paseo del sol, en la panchería, asi que ahi estuvimos todos amontonados, eramos cientos de personas todos los fines de semana.
De cromañón aprendi a mirar salidas de emergencia, a siempre buscar puntos de encuentro con mis amigos y a ser consiente de mi espacio.
No fui a Cromañón, nunca fui a ver a Callejeros en vivo. Pero también me morí un poco ahi.